Este cuadro se trata de una intervención “art pop cañí” sobre el cuadro Ohhh…Alright… (1964) del pintor Roy Liechtenstein. El cuadro original, a su vez es una copia que hizo Liechtenstein a partir de una ilustración del nº 88 del cómic Secret Harts de Arleigh Publishing Corp. y que ahora forma parte de D. C. Comics. A partir de 1963, las mujeres basadas en cómics de Lichtenstein «… se ven duras, nítidas, quebradizas y de apariencia uniformemente moderna, como si todas hubieran salido del mismo bote de maquillaje». Este ejemplo en particular, es uno de los varios cuadros que se recortan tan de cerca que el cabello fluye más allá de los bordes del lienzo y fue pintado en la cúspide del uso de Lichtenstein de puntos agrandados (puntos benday), recorte y aumento de la fuente original. Según dónde o a quién oigas decir «mi arma» (en inglés, «my weapon»), el significado puede ser totalmente diferente. Si hablan un cazador o un guardia civil, estarán hablando de su escopeta o de su pistola. Pero si quien habla es de cañí, la cosa puede cambiar mucho… Fíjate en lo que dice la protagonista del cuadro: Es evidente que esta mujer no puede estar hablando por teléfono con su arma, ¿verdad? Entonces, tenemos que entenderlo de otra manera: “miarma” es como algunos pronuncian mi alma. Y es una expresión para dirigirse a la persona con la que hablamos, una expresión informal, como guapo/a, cariño, etc. Es muy común en casi toda la “España Cañí” (pero no en toda) hablar, – tanto con conocidos como con desconocidos -, usando este tipo de expresiones.
